Mueve el culo
- Helena Berenjena
- 29 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr 2022
La importancia del ejercicio.
En mi nutri-consejo nº3, uno de los más importantes para mí por muchos motivos, te aconsejaba lo siguiente: MUEVE EL CULO. Mi querido amigo Goyo (cuánta falta me haces, chiguito) tenía este lema de vida sin ser consciente de ello. Y caló hondo en mí. Vaya si caló. Porque mover el culo no es sólo ir al gimnasio a darte la paliza o ponerte a correr como si huyeras del hombre de la guadaña (que tampoco está mal, ojo). Mover el culo es una actitud, un estado mental. Es poner en marcha tu cuerpo, honrarlo, respetarlo y alimentarlo. Y es que tu cuerpo es una máquina y, como toda máquina, se oxida si no se mueve. Igual que tu cerebro se enlentece si no lo nutres adecuadamente. Y te puedo asegurar una cosa, cuando empiezas a mover el culo ya no hay vuelta atrás... Estás condenado a mover el culo el resto de tu vida.
Bendita condena.
En estos tiempos de confinamiento este consejo cobra aún más importancia si cabe. Porque las probabilidades de entrar en modo vago e ir perdiendo ganas de moverse son cada día más altas. La tristeza, la ansiedad y la incertidumbre tampoco nos ayudan. Y, como ya te he dicho en otras ocasiones, un cuerpo parado es un cuerpo enfermo.
Pero, ¿realmente es tan importante el ejercicio físico?. Muchísimo, veamos por qué.
Por un lado tenemos un efecto de prevención de la enfermedad. La literatura científica está plagada de estudios que demuestran que realizar actividad física disminuye, y mucho, las probabilidades de sufrir determinadas enfermedades como las de tipo cardiovascular (quienes llevan una vida sedentaria tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón), diabetes tipo II u obesidad. Igualmente, el ejercicio mejora nuestro sistema inmune, lo que nos puede proteger desde un simple catarro hasta de la proliferación de células cancerígenas. Incluso el ejercicio de intensidad moderada o baja es beneficioso, siempre que se haga con regularidad.
Por otro lado, el ejercicio ayuda a tener mejor aspecto. Nos tonifica y nos ayuda a mantener el cuerpo en un peso saludable. Y vernos bien aumenta nuestra autoestima y nuestra motivación. Y nos da seguridad.
El deporte también es buenísimo para nuestra salud mental. Y es que cuando practicamos algún tipo de actividad física liberamos ciertas sustancias químicas (principalmente endorfinas) que aumentan el estado de bienestar y, directamente, nos hacen sentir más felices. Imagina lo potente que es esta herramienta para combatir estados depresivos. El efecto se multiplica cuando practicas ejercicio al aire libre aunque, a menos que tengas un estupendo jardín (¡afortunado tú!), eso va a tener que esperar un poco.
A mí personalmente el ejercicio me está salvando durante este encierro. Espero con ansia esa media hora al día que mi chico se lleva al niño a otra habitación para poder mover un poco el culo. Porque esos 30 minutos me dan, literalmente, la vida (cortesía de @las_healthyfit_33, por si queréis seguirlas en Instagram y uniros a las clases). Me ponen de buen humor, me elevan el tono vital, me hacen ver las cosas con otra perspectiva y me producen unas agujetas que me recuerdan, cada vez que me muevo, que mi cuerpo sigue vivo. Bueno, también me acuerdo un poco de los ancestros de las entrenadoras y tal, pero eso ahora no viene al caso.😉
¿Y qué pasa si a ti no te van las clases de fitness?. No te preocupes, tienes miles de opciones, busca una actividad que te guste, que vaya contigo o que se adapte mejor a tus circunstancias actuales. No es necesario que sea estrictamente una clase de gimnasia. Puedes bailar, por ejemplo. Aprovecha si tienes un vecino DJ que ameniza los aplausos de las ocho de la tarde y muévete. Baila con tu chica, baila con tus hijos, baila con las vecinas del quinto, baila sola. ¿Que tú eres más de barra de bar y eso de seguir el compás no es lo tuyo?, pues prueba con el yoga o con el pilates. Si te va más lo de levantar pesas pero te dejaste las mancuernas en el gimnasio, busca otras opciones como una garrafa de agua o un bote de detergente (en Google encontrarás miles de ideas). Simplemente unos estiramientos pueden funcionar fenomenal.
No se trata ahora de que nos pongamos todos en forma de la noche a la mañana y salgamos del confinamiento convertidos en Rambo. Sólo se trata de que entiendas lo que mover el culo puede hacer por ti, por tu salud y por tu mente, más en estos días. Que lo intentes al menos. Y que lo hagas disfrutando, pero nunca porque te sientas obligado.
Si ahora no es tu momento, no pasa nada. Lo será otro día.
Haz que lo sea.

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