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El Maravilloso Mundo de la Germinación

Actualizado: 4 abr 2022

La germinación es el proceso mediante el cual una semilla se desarrolla hasta convertirse en una planta. Es decir, germinar es nacer, es el origen, es LA VIDA.


Como ocurría en el caso de los probióticos (puedes ver mi artículo aquí), cuyo nombre significa "a favor de la vida", el significado de la palabra germinar ya nos da muchas pistas de lo que podemos esperar, nutricionalmente hablando, de este proceso. Porque igual no has caído en la cuenta pero los germinados se comen (recuerda que no estás en un blog de jardinería 😉).

A lo mejor ahora te suena un poco raro pero estoy segura de que ya has germinado al menos una vez en tu vida. ¿O acaso no recuerdas ese experimento en el cole donde ponías una lenteja en unos algodones húmedos y observabas cómo iba creciendo el tallo?. Lo que ocurre es que en su día nadie te dijo que podías comerte esa lentejita. Pues ya te lo digo yo. Puedes y debes comértela. Y te explico por qué.


La semilla está formada por el embrión y su alimento de reserva (repartido por todo el interior). Cuando el agua llega al embrión la semilla "despierta" activando una serie de procesos metabólicos y morfogenéticos que cambiará su composición original. Su principal efecto es la creación de enzimas, que son sustancias que facilitan la digestión de los alimentos y que aseguran el correcto funcionamiento de las reacciones químicas del organismo. De esta forma los macronutrientes irán descomponiéndose en fracciones más pequeñas, aumentando su valor biológico (los hidratos de carbono son predigeridos por las enzimas, que los transforman en azúcares simples más asimilables; las grasas se transforman en ácidos grasos y las proteínas se descomponen en cadenas más simples y, por tanto, más aprovechables). Normalmente estas enzimas tienen que ser fabricadas por el cuerpo durante el proceso digestivo, pero en el caso de los germinados se encuentran ya presentes en el alimento, facilitándonos la digestión. Esto, además, hace que las semillas germinadas se conviertan en alimentos prebióticos.


Durante la germinación las vitaminas se multiplican, particularmente las del grupo B, y los minerales se vuelven más fáciles de asimilar. Además se activa la clorofila, de alto poder antioxidante, y se eliminan (o disminuyen, al menos en el caso de las legumbres) los antinutrientes presentes en algunas semillas. Los germinados poseen una mayor concentración de fibra, ya que provienen del grano entero del alimento, así como una alta concentración de antioxidantes y compuestos activos como los polifenoles.


Como ves, se trata esencialmente de sacar el mayor beneficio de una planta en la forma biológica más concentrada y más asimilable por el organismo.


El contenido de vitaminas y demás nutrientes (y su sabor, ojo) varía en función de la semilla que estemos germinando y, por lo tanto, de su composición original. Así, por ejemplo, el contenido de vitamina E en una taza de germinados de brócoli puede alcanzar los 7,5mg comparado a 1,5mg en la misma cantidad de brócoli crudo o cocido, o la fibra de la lenteja germinada puede aumentar hasta un 300%, así como su vitamina C, lo que permite una mejor absorción del hierro que contienen.


¿YO TAMBIÉN PUEDO GERMINAR?


Hoy en día es muy fácil encontrar las semillas ya germinadas en la sección de refrigerados del súper, pero también las puedes germinar en casa, claro que sí. En principio se puede germinar prácticamente cualquier semilla pero para empezar yo te recomendaría que compraras semillas específicas para germinar como estas de la foto:

Para germinar se necesita básicamente humedad, aire y una temperatura adecuada (entre 20-25º). Empezaremos por sumergir las semillas en agua y dejarlas en remojo durante un mínimo de 4 horas, dependiendo de las semillas. A partir de ahí lo que debemos hacer es enjuagarlas (o humedecerlas o regarlas, depende del método de germinación que estemos haciendo) dos veces al día durante varios días, hasta que veas que la semilla se hincha, se rompe y brota el tallo. El tiempo de germinación varía mucho en función de la semilla, la temperatura, la luz, etc, pero está en torno a 2-5 días de media.


Hay muchos métodos para germinar: bote de cristal, bandeja de germinados, bolsas de tela, germinadores verticales... Yo, particularmente, utilizo un bote germinador como el de la foto (donde puedes ver mis semillitas en su segundo día de germinación), que se puede comprar por unos 10 euros.

O puedes usar cualquier bote de cristal y en lugar de tapa ponerle una gasa pillada con una goma elástica, de tal forma que permita la entrada de aire a la vez que pueda salir el exceso de agua o humedad (hay que colocarlo siempre inclinado hacia abajo).


Aquí tienes otro ejemplo, esta vez en una pequeña bandeja de germinación de menos de 3 euros, en su primer día germinando:


Y otro más. Este es un descubrimiento reciente. Las semillas te vienen en bolsitas que sólo tienes que dejar sumergidas las horas que se indica y a partir de ahí simplemente dejarla en un plato o bol y aclarar dos veces al día. Así de fácil:












Algunos truquillos generales para que la germinación salga bien es cuidar al máximo la higiene (asegúrate de limpiarlo bien antes de ponerte a germinar), no regarlo en exceso o acumular agua porque la semilla puede "ahogarse", y asegurarse de que llegue aire a las semillas (que no estén todas apelmazadas en la tapa del bote, por ejemplo).


VALE, YA TENGO LOS GERMINADOS. Y AHORA, ¿QUÉ HAGO CON ELLOS?


Pues como te digo siempre, ¡imaginación al poder!. Puedes añadirlos a ensaladas, sopas, cremas de verduras, a tomates rellenos, a bocadillos... Simplemente añadiéndolos a la guarnición de un plato a modo de decoración ya le estarás dando un toque especial a tu preparación. O incluso también puedes usarlos para cocinar directamente (guisantes germinados salteados, hummus de garbanzos germinados, huevos revueltos con germinados de cebolla, curry de lentejas germinadas... aquí te dejo link a algunas recetas). No obstante ten en cuenta que el calor puede destruir alguna vitamina termosensible (la E o la C, por ejemplo), así como las enzimas. Y ya si quieres nota también puedes preparar fermentados de germinados, ¡toma ya!.




Venga, ¿te atreves?. Pregúntame si tienes alguna duda.

¡Que tengas una buena germinación!. 🌱



 
 
 

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